Fecha: 17/06/2012

Distancia: 99,50

Tiempo: 04:06:10

Tiempo en movimiento: 03:41:43

Pendiente max: 23,20%

Elevación: +1880 / -1859

Velocidad máxima: 62,30 km/h

IBP: 134

Asistentes: ALO, Miguelón, Raul y Paquete

Esta semana tenemos varias novedades: La primera es que la ruta ha transcurrido íntegramente por carretera. La segunda es que, aunque no se prodiguen, hay más de un cronista-fotógrafo oculto en MTB CRUZ DEL RÍO, por lo tanto... ración doble de crónicas, de esta forma los que no hemos podido asistir podemos ponernos en situación desde dos puntos de vista distintos     (uno más alto que otro).

8h 30m de la mañana en el punto de encuentro habitual. El sol, que no está invitado al evento, es el primero que hace acto de presencia y tras el aparece miguelón, raudo y veloz y con sus ruedas faltas de aire. Nos ponemos manos a la obra con la ayuda del recién llegado “master” Raúl que al final es el que infla las ruedas.

Visto el escaso poder de convocatoria que hemos tenido en esta ruta decidimos emprender la marcha cuando aparece como una exhalación el amigo Paquete con su burra MTB tuneada con unas rueditas muy finas y estilizadas. Saludos, besos, etc y emprendemos la marcha en dirección al Camino Real. Una vez pasado el badén del Zújar unos alaridos nos advierten de la presencia de Antonio, Benito y sus secuaces en la cola del pelotón. Charleta habitual en la que nos informan de su intención de hacer las cuatro presas y Antonio que toma las riendas del grupo y empezamos a rodar a un ritmo endiablado. Nosotros (Miguelón y yo), que somos más de ruedas gordas, acusamos el tirón y empezamos a estirar el grupo, y así, entre estirones y esperones llegamos a la subida de la presa de Orellana en la cual decido marcar mi ritmo de subida en función de la kilometrada que nos queda por delante. Al llegar a la presa, Raúl y Miguelón me están esperando e inmortalizamos el momento con unas instantáneas a pie de rotonda previo “jostión” mío con los tacones de gala. Paquete, que seguía al grupo de cabeza, decide dar la vuelta en busca nuestra y así emprendemos el camino nuevamente en dirección a la presa del Zújar los cuatro jinetes iniciales.

Entre subidas y bajadas largas, llegamos al Zújar y haciendo fotos sobre la marcha, continuamos sin parar en dirección a la última de las presas. La subida desde el Zújar que es larga y tendida la afrontamos a buen ritmo y llegando al cruce de la presa de La Serena vemos que tenemos a tiro al grupo de Antonio y Benito. Tras un farol de alcanzarlos por parte de Miguelón, se enciende la chispa de Paquete que arranca como un “pos-eso” (Si Paquete fuera gasolina duraría 0,1) y al final todo queda en un amago. Llegados al cruce nos encontramos con la sorpresa que el grupo de las cuatro presas nos esquiva y vira en sentido contrario al nuestro, con lo cual, veo difícil que llegaran a realizar las cuatro presas, a no ser que se refiriesen a las presas de las charcas de Campanario y La Coronada en vez de las de La Serena y Puerto Peña como decían en un principio. En fin, tanta paz lleves como descanso dejas……….

Nosotros a lo nuestro, seguimos nuestro trazado previsto y tras una larga bajada ya se sabe….. Una larga subida nos pone en la puerta de la isla del zújar que pasamos de largo y nos conduce a la gran presa de La Serena. Una vez llegados a la presa aprovechamos para comer, beber y reponer fuerzas observando el paisaje y la fauna acuática existente. Emprendemos el camino de regreso, puesto que estamos en el ecuador aproximado de la ruta, y lo que antes eran bajadas ahora son subidas.

Durante el último repecho antes de llegar al cruce de la presa del Zújar, y cuando más concentrados en el pedaleo íbamos, un “simpático” camionero nos saluda con un atronador bocinazo al cruzarse con nosotros.

Los ciclistas, que no somos menos, le devolvemos el saludo dándole recuerdos para su madre (a la que pido disculpas, puesto que probablemente no tenga la culpa de tener un hijo tan descerebrado).

Continuamos por la carretera EX103 en dirección Castuera hasta el cruce con la EX349 que nos conduce hasta Campanario. Hasta aquí todo bien, pero una vez adentrados unos 5 km en esta carretera se produce un cambio de estado del firme brutal. Nos encontramos con un piso no muy apto para las monturas que vestimos en el día de hoy, bueno, podemos exceptuar al amigo paquete que con su mtb reacondicionada decide desbloquear las suspensiones, cosa que agradecerían sus brazos. Nos dejamos llevar por la bajada hasta el arroyo Guadalefra y emprendemos la subida hacia Campanario, en la que nos encontramos a dos compañeros del Club Ciclista de Quintana a los que sorprendemos por la retaguardia con un “amossss allaaaaaa!!!!”. A lo que somos respondidos con un “Ande vais por aquí?. Si por aquí no pasa ni el aire?”. Seguimos subiendo hacia Campanario en el tramo de los mas duros que llevamos, no se si por la pendiente, o por la “jartá” de kilómetros que llevamos ya encima. Finalmente llegamos y tomamos dirección a Magacela por el camino vecinal que une las dos localidades. En este tramo realizamos una gran práctica de lo que son los relevos y que con el esfuerzo común nos lleva en un “santiamén” al pilón de Magacela.

Hacemos en este punto una parada técnica para llenar los botes de agua y discutir acerca de las normas no escritas del ciclismo de carretera, de las cuales, Miguelón y yo mismo andamos un poco pegados. No hay problema, el compañero Raúl y Paquete nos instruyen en una acelerada clase improvisada. Una vez llenos los botes por cortesía del amigo que nos cede la vez en el pilón, emprendemos el camino hacia la subida a Magacela. La cantidad de kilómetros hace mella en nuestras piernas y algunos subimos con más dificultad que otros, pero llegamos arriba y continuamos con la bajada que nos lleva hasta la Haba para atravesar la población bajo la atenta supervisión de los simpáticos de turno que están en la puerta del bar y a los cuales les servimos de conversación para amenizarles el  aperitivo dominguero.

Finalmente y con muchas ganas de llegar tomamos la carretera hacia Villanueva y nos la devoramos en unas pocas de pedaladas a un ritmo considerable y realizando otra práctica de relevos. Como no venía el compañero Camacho no ha habido meta volante en la cuesta antes de llegar a Villanueva. Llegamos, por fín, y comentamos que hemos pasado o vamos a pasar de las tres cifras hoy.

Yo es la primera vez que lo consigo y el amigo Miguelón para asegurarse que pasa bien de las tres cifras decide de convencernos para acompañar a Raúl y certificar así la hazaña. Yo me despido de los presentes y me retiro con la satisfacción de haber hecho los deberes.

Hemos sido poquitos, pero bien avenidos. Ha sido una ruta dura pero reconfortante, y muy satisfecho de haberla finalizado y haber estado acompañado de Miguelón, Raúl y Paquete. Gracias.

Saludos……

ALO.

Salida completamente de carretera y algo o bastante atipica entre otras cosas por la falta del “presi”. Bueno como primero hay que calentar pues a inflar las ruedas, aunque sean las del compañero Miguelon, tiempo en el que llega un biker con slick “Paquete” fenomenal. Nos vamos, la ruta son 95 km. hay que tomárselo con cierta tranquilidad pero para nuestra sorpresa nos dan alcance unos compañeros ciclistas que no van hacer tres pantanos sino cuatro!! el ritmo se acelera y el camino real es lo que es el “Huy “(un kilómetro que parece que no termina) y el “ Kapelmur “que los últimos metros pesan. Y estamos en Orellana, primeras fotos y patinazo de Alo por las prisas (no pasa nada) hubiera sido una buena foto!. Camino de la presa del Zujar bonita carretera con subidas tendidas y unos curvones en bajada muy agradables de trazar. Pasamos rápido por la presa camino de la Serena. Los compañeros de la cuatro presas creemos que han cambiado de opinión, se marcan un recto en el cruce y tiran para adelante, nosotros nos desviamos y hacer para deshacer subidas que serán bajadas a la vuelta son kilómetros tranquilos y chulos. En la presa fotos, avituallamiento y una jartera de carpas como para echar las cañitas. Bueno eran los tres pantanos y Magacela, desvío carretera buena Castuera a carretera mala Campanario y subidita chula desde Hermita Piedraescrita a Campanario. Alcanzamos dos compañeros ciclistas lugareños que ante la sorpresa dice uno “pero si por aquí no pasan ni los langostos” buena gente seguro. Campanario-Magacela carreterita ratonera muy agradable de rodar pese al color desteñido del asfalto “marrón” y ya estamos en el pilón de Magacela, coger agua y para arriba. De verdad creo que muy pocas veces he subido esto tan tranquilo y a la vez tan preocupado para que no me dieran tirones en las piernas, bueno cosas que pasan!.La Haba y Villanueva, Meta con 105 km y con la sensación que Alo tenia todavía bastante gasoil, Miguelon biodiesel (cada vez va mejor) y al híbrido de Paquete seguro que batería y algo de caldo. Bonita vuelta. Y esto es todo.

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