COGOLLUDO EXTREME 2013

Fecha: 06/06/2013

Distancia: 60,7 

Tiempo: 03:32:02

Tiempo en movimiento: 03:05:50

Pendiente max: 16,50 % 

Elevación: + 940/ - 917

Velocidad máxima: 66,4km/h

IBP: 63

Aistentes: ALO, huanmari... y los tréboles

 

Entre lágrimas y suspiros ya son las ocho. En principio la representación de la Cruz del Río iban a ser Loné y Amalio, a los cuales me uní en el último suspiro gracias a la dispensa papal (mamal en este caso, que incluia además el coche) pero se optó por un vehículo subvencionado.

 

Al lío, al final Amalio me dice que vamos los dos solos, a más sitio cabemos y partimos en apenas cinco minutos. Tan rápido hicimos el petate que cuando llegamos a la zona del Burgo de Orellana no hay nadie, ni un triste coche, con el consiguiente mosqueo, así que nos fuimos a tomar un café y a la vuelta ya empiezan a llegar las primeras unidades. 


De sobra es conocida la puntualidad de los tréboles, así que desde las 8:45 hasta las 9:20 era un goteo constante de coches tanto trebolires como de diversas localidades aledañas, luego hay que montar bicis, la equipación, saludos de rigor, la foto, en fin, salimos "algo" tarde en dirección al pueblo de Orellana de la Sierra por buen camino, además de divertido. Hay algunos tramos donde las lluvias han hecho estragos, pero es totalmente ciclable. Las subidas y bajadas son constantes con algún repecho digno de mención y el grupo se va estirando poco a poco. 

 

Primer reagrupamiento del día a la salida del pueblo, cruzamos la carretera y desde allí por un camino en peor estado llegamos a Cogolludo, donde hacemos la parada de avituallamiento y se decide subir o no al bucle de Puebla de Alcocer y su castillo. Como entre unas cosas y otras, bocado, conversación y trago, hay quien no ha estado al loro, al final salimos unos cuantos con la intención de subir, y en el cruce con la carretera hacemos una nueva parada, donde resulta que solo la mitad de los que vamos subimos, pero faltan varios que vienen atrás, en fin, han sido quince minutos allí esperando.... Al final, unos veinte nos tiramos p'arriba, con un tramo por asfalto hasta la antigua carretera, entrada lateral en la población para evitar la procesión del Corpus y enfilamos la subida al Castillo, cada uno con la suya, y al ritmo que pudo. Otra parada de reagrupamiento y bajada por una calzada de piedra bastante peligrosa por la  cara sur, en dirección al pueblo de Esparragosa, lo que provoca un importante corte debido a que varios hacen la bajada con mucha prudencia, lo que obliga a una nueva parada en la unión del Camino con la carretera del Ahorcado. 


Unos kilómetros más adelante encontramos las primeras unidades de aquellos que no han hecho la subida de Puebla y por un camino en buen estado paralelo a la carretera llegamos al cruce del Ahorcado, momento en que ya cogemos asfalto hasta el Pantano. El calor ya empieza a ser importante y el rosario de ciclistas es continuo, con vehículos intercalados entre nosotros a lo largo de varios kilómetros. Hay bastante desgaste físico, que unido al calor hace que no se consiga hacer un grupo compacto. De hecho, una vez pasada la presa apenas nadie usa la variante del camino y sigue por la carretera hasta la entrada de la población, donde se hace el reagrupamiento (por fín el último) en la rotonda de entrada. Una vez todos allí y ya en grupo, cruzamos la población hasta llegar al inicio de la jornada. 
Aunque el día pedía un baño reparador, y llevábamos útiles para ello, eran cerca de las dos de la tarde, así que era inminente la salida del gran premio de moto GP  lo que nos hizo optar por una despedida rápida y vuelta a casa acompañados de un más que notable olor a choto.


Valga como resumen que es una ruta muy bonita e interesante, Siberia extremeña en estado puro, apenas quedaba ya algún retazo de verde en los llanos, aguantando algo todavía el verde en las proximidades del pantano y desde luego un buen escaparate para todo aquel interesado en conocer nuestra región de cerca. Tambien comentar que se hizo a muy buen ritmo, la organización estuvo a la altura de las circunstancias, y salvo algún despiste lógico, todo el mundo llegó a las zonas de reagrupamiento sin mayores contratiempos, aunque para el año que viene habŕía que hacer lo posible o imposible por elimirar el asfalto.

 

Crónica: Huanmari

Foto. El Trébol
Foto. El Trébol

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