Fecha: 02/09/2012
Distancia: 76,40
Tiempo: 04:32:30
Tiempo en movimiento: 03:48:46
Pendiente max: 16,70 %
Elevación: + 982/ - 956
Velocidad máxima: 56,9 km/h
IBP: 87
Aistentes: ALO, Miguelón y Loné
En esta ocasión la ruta a realizar estaba decidida desde el viernes, haríamos la de los “2 castillos”. Una ruta de cierta exigencia pues serían unos 60 kms con subida a los castillos de Magacela y de Medellín. Por ese motivo el sábado decido dar sólo un paseíto de unos 25 kms para no cargar mucho las piernas y estar “fresco” el domingo. ¡Mariconadas! Debieron pensar los compañeros ALO y Miguelón que sabiendo lo que nos esperaba el domingo, se meten el sábado para el cuerpo los 21 kms corriendo de una ½ maratón y un par de horas de padel para soltar piernas. ¡Qué animalitos!
Camino de Magacela descubrimos que algún vendedor de casetas de espera para la caza ha hecho el agosto y nos encontramos con decenas de ellas perfectamente alineadas… al menos de esta forma no vemos al cazaó escopeta en mano.. que acojona que no veas.
Con la emocionante vuelta a España como tema de conversación, llegamos a las primeras cuestas de Magacela. Subida por la calle Alfarerías, cruzamos la carretera y más subida por la calle Pedro de Valdivia (la de la iglesia), pasando por correos, Banesto y llegada a la placita del pueblo donde lamentándolo mucho no estaba el amigo “Peque” para animarnos con su Milain-Durain como en octubre del año pasado.
Continuamos la ascensión al castillo por la calle Enrique Ramirez y una vez llegados al castillo, Miguelón no tiene bastante y decide que la parada la tenemos que hacer en el punto más alto (el vértice geodésico). Unas fotitos y vuelta a la bici que aún queda mucho por andar.
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Antes de salir del castillo nos detenemos para hacer una foto al tío más torpe del mundo buscando sitios para pasar la noche… ¡en lo alto del torreón con un aire de coj…!
Bajamos del castillo y cogemos el camino de la izquierda antes de llegar al parquecillo. Tras cruzar campo a través por una finca por la que antes iba el camino, seguimos en dirección a La Haba y cruzamos la carretera de Quintana. Pasamos cerca de La Haba y cogemos el camino del calvario hasta la finca Doña Blanca. Aquí es donde hemos tenido el susto del día. Un coche se nos viene de frente al salir de una curva con el conductor mirando hacia otro lado…. Un par de voces para despertarle y el susto más grande se lo ha llevado el.
Llegamos a la Ctra. de las Cruces y haciendo el stop coincidimos con los tréboles que vienen desde Villanueva por otro sitio y van al castillo de Medellín. Aunque el recorrido que tenían pensado ellos era distinto al nuestro, decidimos ir con ellos y así descubrir nuevos caminos. Por ejemplo el que va entre los eucaliptos.
Entre conversaciones con unos y otros, llegamos a Medellín tras haber pasado por Mengabril. Subida al castillo y un ratito para fotos y reponer fuerzas.
El camino de vuelta también ha sido nuevo para nosotros. Los tréboles lo hacen por un camino más cercano al río que el que nosotros conocíamos y la verdad es que se hace más entretenido. El inconveniente es que por lo visto se corta antes de la depuradora y tenemos que volver al temido camino de siempre. En este punto el grupo se ha partido en dos y mientras que unos hemos continuado hasta la carretera por el camino “pestoso” otros lo han hecho por el camino paralelo al río y nos ha tocado esperar y reagruparnos de nuevo bajo el puente. Los dos tréboles calabazones nos dejan pues están al lado de casa y el resto seguimos hacia Villanueva. Este ha sido el tramo más aburrido de la ruta que podíamos haber evitado siguiendo paralelos al Guadiana como en otras ocasiones, pero a estas alturas más de uno íbamos deseando encontrar la vía verde y hacer los últimos kilómetros con el menor esfuerzo posible… las piernas pesan.
En lugar de los 60 kms previstos inicialmente han salido casi 80, pero ha merecido la pena.
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