Una vez arriba, fotito de rigor con la bicicleta en el vértice geodésico, y arreando para abajo que hace frío. Bajando por el mismo sitio por donde he venido me encuentro con nuestro colega trébol "La Bestia", que haciendo honor a su apodo , se encuentra realizando un bucle de subida al castillo mientras el resto de los tréboles están abajo degustando sus viandas. Un poco de charla con los compañeros y foto de grupo. Acepto la invitación y emprendemos juntos el camino de regreso a Villanueva subiendo primero a la Peña del Águila.

Desde aquí, tomamos la bajada que nos conduce a "La cuesta de Amalio" y en la que un pequeño destacamento nos desviamos del sendero atrochando campo a través entre piedras y pedruscos de considerable tamaño. Bajamos como alma que lleva el diablo y una vez abajo, vamos al encuentro del resto de la expedición que suponemos andará cerca de Magacela. A lo lejos divisamos una refilera importante de ciclistas que se dirige a la cuesta cual ejercito de hormigas en perfecta formación. Desandamos el camino andado y nos reagrupamos con la tropa a los pies de la citada cuesta. Tras una leve reprimenda del grupo a las ovejas descarriadas emprendemos el camino de regreso en un pelotón compacto. A pocos kilómetros de llegar a destino, empieza a estirarse el grupo con algunos amagos de fuga. Y como uno no es de piedra, decido intentar seguir al grupo que se lo toma muy en serio e imprime un duro y acelerado ritmo. Al final llegamos prácticamente agrupados y satisfechos con el último esfuerzo realizado. Despedida del grupo y final de salida que se inició en solitario y acabó en multitud.

Escrito por: Amalio