Vva Sierra de Utrera Vva

A las 9 de la mañana y con no demasiado frío, salimos desde nuestro punto de encuentro habitual en dirección a la rotonda de las mimosas para reunirnos por el camino con Diego y Paquete. Es la segunda salida oficial de la temporada y pese a las bajas de algunos habituales como Seronbiker o Miguelón, hemos sido 10 participantes. Y es que la ocasión merecía la pena. Íbamos a visitar una de las zonas más bonitas de la comarca y como en las grandes ocasiones nos acompañarían por varios tréboles.

Saliendo del pueblo por el camino de atrás de la residencia Felipe Trigo, nos dirigimos a la zona de Las Cruces por una ruta diseñada por ALO que siempre da que hablar. En dirección a la sierra de los "eucaliptos talados" nos despistamos entre conversaciones de todo tipo y hacemos algunos metros de más.

Poco a poco vamos dejando atrás las pistas de gravilla y nos adentramos en un terreno mucho más bonito y con caminos con restos de las lluvias caídas los últimos días. El camino se va complicando y poco antes de entrar en la reserva de Utrera empieza lo bueno. Caminos rotos, grandes zanjas y piedras sueltas que hacen aún más duras las subidas.

En la puerta de la reserva hacemos la primera parada para la foto obligada y algunos aprovechan para reponer fuerzas.

Continuamos disfrutando del paisaje en busca del castillo del Marqués de Pajosa cruzando la Sierra de la Gangosa entre el ruido de un montón de motos que por suerte prefieren los cortafuegos a los caminos por los que nosotros rodamos.

Comienza la subida al castillo y el grupo se estira. Como suele ser habitual en esta zona, los primeros del pelotón tienen la fortuna de ver de cerca varios ejemplares de ciervas cruzando el camino a pocos metros.

Desde la explanada del castillo se pueden apreciar unas vistas espectaculares. Al fondo se ve el mirador del monte Arrazauces y más de uno siente su llamada, pero en esta ocasión no toca. Quizás la próxima vez.

Avituallamiento y fotos y regreso sin perder mucho tiempo pues aún quedaban 40 kilómetros por delante.

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Rápidos descensos frenados de repente por unos repechos que cuesta subir tras el parón. Durante casi 5 kms se une al grupo un simpático perrito con un cascabel al cuello que aguanta sin inmutarse incluso las arrancadas de Paquete.

Paralelos a la carretera de las cruces, celebramos la llegada a la fuente que nos permite repostar justo a tiempo para poder llegar a casa. ¡quién nos lo iba a decir en pleno mes de enero que nos íbamos a quedar cortos de agua!.

Regreso por los caminos de detrás del hospital y llegada a Villanueva a la hora de comer.

Maravillosa ruta por recorrido, compañía, clima, paisaje, y sobre todo COMPAÑÍA. Una pena no haber podido tomar una cerveza todos juntos para completar la jornada.

Tendremos que repetir.

La ruta en wikiloc